lunes, 18 de marzo de 2013

FacebookBank

Mi columna en DEIA, FacebookBank

La tecnología nos esta dejando un nuevo universo de sistemas monetarios y métodos de pago, desarrollados o incluso requeridos por el crecimiento exponencial del uso de los avances tecnológicos en todos los aspectos de nuestra vida. Los pagos por proximidad con los teléfonos móviles  el uso de nuevos sistemas monetarios introducidos por las aplicaciones y juegos de Facebook o los métodos de pago propios de Amazon o Paypal, como si de nuevos bancos se trataran, auguran un nuevo panorama en lo que a transferencias e intercambio de productos y servicios se refiere.

DESCONOZCO QUE DESCONOZCO
FacebookBank
POR JUAN DE LA HERRÁN - Lunes, 18 de Marzo de 2013
Si el presidente del BBVA, Francisco González, hubiera leído mis comentarios a una columna que publicaba el 30 de marzo de 2011, Ben Kunz en Bloomberg Businessweek.com, le hubiera podido contar lo mismo que les ha contado a sus accionistas, pero dos años antes. González explicó a la junta de accionistas que en los últimos años se ha desatado un fenómeno que no hará sino crecer, el de la aparición de otros jugadores en el mercado financiero muy distintos de los tradicionales. Actores que cuentan con toda la tecnología del mundo y con infinidad de datos de los usuarios de Internet  "Se está configurando una nueva liga de competición, con unos nuevos concurrentes, en su mayoría procedentes de la Red", explicó el presidente, que citó de forma genérica a compañías como Facebook, Apple o Google.
Bienvenido a los tiempos actuales. En aquel artículo explicaba cómo determinados juegos dentro de las redes sociales, como es el caso de Farmville, utilizan una moneda virtual que se puede comprar a razón de 10 centavos por cada moneda de 1 dolar virtual. Con ella los jugadores pueden obtener herramientas, tractores o semillas con las que hacer crecer una especie de caserío virtual. Y que nadie se piense que es un simple juego de niños, cada día más de 10 millones de personas están jugando a este juego y en la Red existen centenares de juegos similares, casinos o bingos. El propio Facebook sacaba por aquel entonces para el mercado americano tarjetas regalo con la moneda de Facebook para poder utilizar dentro de su red social. ¿Por qué no va a poder crear Facebook su propio banco? Una vez que Facebook supere las preocupaciones de privacidad de los clientes, pueda incorporarse a un sistema de pago que funciona en todas partes, y supere los obstáculos regulatorios para manejar depósitos y servicios hipotecarios, la idea se puede hacer realidad.
No es ningún secreto, ya nos lo contaba Justin Pritchard de About.com, que Facebook está probando servicios bancarios con un banco australiano. Están probando una operación básica, enviar dinero a amigos o familiares desde la propia Red. El otro gran avance está en la sustitución del actual dinero de plástico, las tarjetas de crédito, por los teléfonos móviles inteligentes. En breve, solo será necesario acercar nuestro teléfono móvil a la canceladora del metro, a la máquina de bebidas o al torno del campo de fútbol o del cine sin tener que cargar con monedas o sin preocuparnos por haber perdido nuestras entradas. Todo esto ya se podía hacer en las últimas olimpiadas de Londres 2012, que fue el banco de pruebas a partir del cual se están ultimando y puliendo estos servicios antes de salir por todo el mundo.
A finales del año pasado se hacía público un estudio del Deutsche Bank. En él, se mencionaban los sistemas de pago en la red Amazon y Paypal, que podrían fundar sus propios bancos o convertirse en tales y suplantar con el tiempo a muchos de los actuales actores del sector bancario. Por el momento ya cuentan con una considerable base de clientes que les confían su dinero, mientras que la confianza en los bancos tradicionales está en declive. En Alemania, recalcan los analistas, menos del 60% de los ciudadanos confía en los bancos y en EE.UU. menos del 45% de los encuestados cree que los suyos son los suficientemente seguros.
Del discurso del señor González me quedo con una frase que he venido diciendo desde que empecé a escribir en esta columna y que los lectores estarán hartos de oírme repetir, "vamos más allá de la multicanalidad, hablamos de nuevos espacios de relación físico-virtual donde los clientes puedan interactuar con nosotros en cualquier lugar y desde cualquier dispositivo". En una sola frase acabamos de resumir todo lo que ya está ocurriendo con la tecnología actual. Compro un billete de avión desde mi tablet, el billete es un código que va en mi teléfono móvil y que me permite acceder al avión, y si al llegar a mi destino algo no me ha gustado del viaje, presento una reclamación desde mi portátil en la red social de la compañía que se apresurará a contestarme.

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